Estos dos dibujos permanecieron colgados en el corcho del despacho de Distorsió durante un par de años. Los agujerillos que se aprecian en las imágenes son de chinchetas.
Los personajes no están basados en nadie en particular, sólo perseguía dibujar un tío y una tía no demasiado agradables pero sin recurrir a la monstruosidad.
2 comentarios:
qué grandes, los 'barruers' del despacho!!!
muchos fueron los días en mis inicios que me quedaba mirándolos con asombro y asqueo simultáneo
siempre me quedé con el detalle del piercing ombligal de la tía... choca si más no en una tía descuidada, acostumbrado a vérselo a pijillas de escasos 15 años...
;)
Dios Guillermo xDD Vuelvo a escribirte porque vaya pedazo de obras te curras jaja. En un futuro te veremos en el museo del prado?
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